miércoles, 15 de julio de 2015

TRANSFORMANDO UNA VITRINA MUY ABURRIDA

TRANSFORMANDO UNA VITRINA MUY ABURRIDA


Seguro que más de un@ tenéis en casa un mueble heredado que es muy práctico pero que no encaja con nada y no os gusta.

Cuando me independicé mi madre cambió el mueble del salón, así que dejamos volar nuestra imaginación y le buscamos distintas utilidades para amueblar mi nueva casa vacía.
No tengo ninguna foto, pero para que os hagáis una idea es el típico mueble de salón de los años 70 u 80 que tiene en bloque una vitrina, un mueble bar, cajones y puertas. Algo así:


Le buscamos 2 nuevas vidas: 
- Un mueble para el cuarto de baño usando la parte de las puertas bajas.
- Y una vitrina con cajones para el salón.

En esta ocasión os muestro la segunda idea: como reutilizar un mueble aparentemente obsoleto en una vitrina única y muy práctica para el salón.

Después de realizar algunos cortes y poner algunos clavos, el resultado fue el siguiente:


Como apaño estaba muy bien, pero con el paso del tiempo empezó a resultarme muy aburrido, así que decidí darle un cambio. Empezamos:

1º: Quitamos todos los tornillos, los tiradores, las puertas, cajones y cualquier otra pieza que sea susceptible de separarse, para así facilitar la limpieza con agua y jabón y la posterior aplicación de la pintura.

 

2º: Ya tenemos todas las piezas pequeñas guardadas en tarros de cristal para que no se pierdan y el resto de elementos guardados para centrarnos en la estructura principal.
La vitrina es de madera maciza con un acabado lacado, podemos lijar o imprimar porque si no la pintura no cogerá. Antes vamos a aplicar masilla para madera para tapar los agujeros que tenga que ya no nos sirvan. Ya sabéis aplicamos con una espatula, dejamos secar y lijamos.
En mi caso al ser un mueble en bloque tenía agujeros para unir las distintas partes del mueble.

3º: Aplicamos una capa de imprimación en toda a estructura, tanto por fuera como por dentro porque el negro es muy llamativo y resaltaría demasiado al abrir las puertas. Muchas veces el interior no se pinta porque no destaca demasiado o no se ve apenas. 




















4º: Pintamos la estructura: ahora podemos pintar sin malgastar pintura ya que la imprimación facilita el acabado, teniendo que dar menos capas de pintura. Con una podría valer pero como hay zonas en las que clarea un poco la masilla de tapar los agujeros le dí 2 capas. 
Para esta parte elegí un blanco roto tirando a gris. Para ello basta con coger una pintura blanca y echarle muy poca cantidad de gris (o del color al que queremos que tire) y remover y echar más pintura de color hasta que consigamos el tono buscado.

5º: Mientras que seca nos ponemos con los cajones: aunque el mueble es muy oscuro se advierte que debajo tiene una veta bastante bonita, así que voy a decapar. Podríamos lijar pero al ser un mueble industrial costaría bastante quitar toda la pintura y llegar a la veta.
Usamos un gel decapante que se aplica con una brocha de forma generosa. Lo dejamos reposar 30 minutos o lo que indique el fabricante. Cuando pase el tiempo, con una espátula y con mucho cuidado de no dañar la madera, vamos levantando el color, retirando con un trapo los residuos.
Cuando terminemos limpiamos toda la madera con un trapo mojado para frenar el efecto del decapante. Si con una capa no es suficiente, repetimos el paso;





6º: Cuando esté seca la madera ya podemos pintar. Como queremos que se vea la veta (por eso hemos decapado) podríamos usar un tinte del color que queramos o hacerlo nosotros mismos y así reutilizar los botes que tengamos en casa. Yo elegí esta opción, es tan sencillo como rebajar la pintura con agua hasta que esté líquida.
Vamos aplicando la pintura con la brocha y pasamos un trapo por encima para quitar el exceso y así que no cubra homogéneamente. Además de esta manera evitamos que se noten los brochazos. 
Para los cajones usé tres colores distintos: el mismo de la estructura, un azul rebajado con blanco y un poco de gris y por último un gris de tono medio:






7º: Ya solo queda darle una capa de barniz o cera. Lo ideal es dar cera incolora en la estructura externa y cajones y barniz incoloro en las partes en las que vaya a haber más roce y uso, ya que es mas resistente.

Atornillamos los tiradores y las piezas que hayamos desmontado.

9º: Por último nos quedan las puertas de cristal. En nuestro caso son ahumadas y no encaja con el color que le hemos dado a la vitrina, además de que no me gustan los cristales porque no uso la vitrina para exponer nada, sino para guardar trastos, así que... ¡Vamos a empapelarlas!

10º: Limpiamos bien los cristales y necesitamos: cola blanca, una brocha, un cuenco, agua, tijeras o cúter, papel de empapelar las paredes y un paño.



Cortamos el papel a la medida del frontal de los cristales, aplicamos cola blanca en el cristal y en la parte de atrás del papel pero rebajada con agua y colocamos con mucho cuidado para que coincida perfectamente.
Pasamos el paño por encima para hacer presión y quitar las burbujas de aire que se hayan creado.
Dejamos secar, unas 3 horas debería bastar, y montamos los tiradores y colocamos los cristales en la estructura. ¿O debería decir puertas? ;)

Esta técnica también se puede usar sobre puertas de madera.







11º: Ya lo tenemos todo montado, es el momento de empezar a disfrutar de nuestro nuevo mueble. Espero que os guste la idea y que lo pongáis en práctica:




                    ANTES                                                                                            DESPUÉS

¡Un saludo y espero vuestras consultas y comentarios!