MESILLA VINTAGE
Seguro que alguna vez os ha pasado que os cambiáis de casa y queréis aprovechar a dar un cambio en la decoración de las habitaciones.
Esto supondría un desembolso enorme y nos encontraríamos limitad@s en nuestras elecciones, ya sea por la oferta existente o por el presupuesto.
Esto supondría un desembolso enorme y nos encontraríamos limitad@s en nuestras elecciones, ya sea por la oferta existente o por el presupuesto.
Estos problemillas tienen fácil solución: reutilicemos lo que ya tenemos.
Para esta entrada os cuento el caso de una amiga que por fin se independiza y quería aprovechar algunos muebles de su cuarto y darle un toque especial a su nueva habitación. Os enseño la mesilla de noche que me encomendó:
La mesilla estaba en perfecto estado pero los tonos no encajaban en su nueva idea. Así que me dijo que la quería en granate y el resto corrió de mi parte. ¡Manos a la obra!
1. Lo primero es quitar los cajones, los tiradores y los carriles. Los guardamos en un bote o caja para que no se pierdan.
También vamos a poner cinta de carrocero en los bordes entre la parte del cajón que vamos a pintar y la que no para no manchar la estructura interna que no se va a pintar. Hacemos lo mismo en la estructura si vamos a marcar 2 zonas de pintado distinto. No tengo fotos del antes pero para que os hagáis una idea.

2. El mueble es el típico de contrachapado en el que el color es una lámina "pegada" al contrachapado. En este tipo de muebles no merece la pena lijar porque no hay veta ni madera que sacar. Así que toca imprimar. Aplicamos una capa de imprimación generosa y dejamos que seque. Yo la usé blanca porque así me servirá para otro paso.
3. Lijamos un poco la imprimación con una lija muy fina para facilitar el "sellado" de la pintura y que no haga falta dar muchas capas.
4. Cajones: el cajón tiene tiradores de 2 agujeros y yo seguramente pondré de uno solo, por lo que tenemos que taparlos. Para ello usamos masilla de madera de color neutro y aplicamos con una espátula para dejarlo lo más liso posible. Dejamos secar y lijamos con una lija fina para igualar la superficie. Esto podemos hacerlo antes o después de imprimar. Si lo haces antes te aseguras que se note menos cualquier imperfección, pero si se te olvida (como fue mi caso), lo hacemos después.
Antes de lijar la masilla:
Después de lijar, no se aprecia apenas.
5. Aplicamos la pintura elegida. Yo pinté la estructura en granate y los cajones en blanco tiza.
6. Ya tenemos las piezas pintadas y secas. Toca darle el toque especial. Para este mueble pensé en darle un estilo vintage, por lo que el acabado tenía que ser desgastado. Para conseguir este resultado vamos a utilizar la técnica de la lija, jeje: como os he comentado más arriba, la imprimación es blanca así que vamos a sacar parte de ese color. Para ello lijamos con un papel de lija medio: primero en los bordes y cantos donde el desgastado es lo más habitual y luego en el resto de la estructura. Este paso a gusto del consumidor, no hay una norma, es cuestión de gustos. Yo le saqué bastante blanco para mitigar la intensidad del granate.


8. Encerado: aplicamos con una lana de acero fina la cera. así podemos ir aplicando la cera y decapando un poco más. La cera que sea incolora y en acabado mate para no modificar el resultado obtenido, simplemente proteger el mueble.
9: Por último volvemos a colocar los carriles y los tiradores nuevos que vayan acorde con el acabado nuevo del mueble. ¡Ponemos los cajones y listo! Aquí os muestro el resultado final, a mí personalmente me encanta, a ver qué le parece a mi amiga,¡Qué nervios!