lunes, 22 de junio de 2015

MESILLA VINTAGE


MESILLA VINTAGE

Seguro que alguna vez os ha pasado que os cambiáis de casa y queréis aprovechar a dar un cambio en la decoración de las habitaciones.
Esto supondría un desembolso enorme y nos encontraríamos limitad@s en nuestras elecciones, ya sea por la oferta existente o por el presupuesto.
Estos problemillas tienen fácil solución: reutilicemos lo que ya tenemos.

Para esta entrada os cuento el caso de una amiga que por fin se independiza y quería aprovechar algunos muebles de su cuarto y darle un toque especial a su nueva habitación. Os enseño la mesilla de noche que me encomendó:

La mesilla estaba en perfecto estado pero los tonos no encajaban en su nueva idea. Así que me dijo que la quería en granate y el resto corrió de mi parte. ¡Manos a la obra!

1. Lo primero es quitar los cajones, los tiradores y los carriles. Los guardamos en un bote o caja para que no se pierdan.
También vamos a poner cinta de carrocero en los bordes entre la parte del cajón que vamos a pintar y la que no para no manchar la estructura interna que no se va a pintar. Hacemos lo mismo en la estructura si vamos a marcar 2 zonas de pintado distinto. No tengo fotos del antes pero para que os hagáis una idea.













2. El mueble es el típico de contrachapado en el que el color es una lámina "pegada" al contrachapado. En este tipo de muebles no merece la pena lijar porque no hay veta ni madera que sacar. Así que toca imprimar. Aplicamos una capa de imprimación generosa y dejamos que seque. Yo la usé blanca porque así me servirá para otro paso.

3. Lijamos un poco la imprimación con una lija muy fina para facilitar el "sellado" de la pintura y que no haga falta dar muchas capas. 

4. Cajones: el cajón tiene tiradores de 2 agujeros y yo seguramente pondré de uno solo, por lo que tenemos que taparlos. Para ello usamos masilla de madera de color neutro y aplicamos con una espátula para dejarlo lo más liso posible. Dejamos secar y lijamos con una lija fina para igualar la superficie. Esto podemos hacerlo antes o después de imprimar. Si lo haces antes te aseguras que se note menos cualquier imperfección, pero si se te olvida (como fue mi caso), lo hacemos después.
Antes de lijar la masilla:
 Después de lijar, no se aprecia apenas.


5. Aplicamos la pintura elegida. Yo pinté la estructura en granate y los cajones en blanco tiza. 



6. Ya tenemos las piezas pintadas y secas. Toca darle el toque especial. Para este mueble pensé en darle un estilo vintage, por lo que el acabado tenía que ser desgastado. Para conseguir este resultado vamos a utilizar la técnica de la lija, jeje: como os he comentado más arriba, la imprimación es blanca así que vamos a sacar parte de ese color. Para ello lijamos con un papel de lija medio: primero en los bordes y cantos donde el desgastado es lo más habitual y luego en el resto de la estructura. Este paso a gusto del consumidor, no hay una norma, es cuestión de gustos. Yo le saqué bastante blanco para mitigar la intensidad del granate.

 

 


8. Encerado: aplicamos con una lana de acero fina la cera. así podemos ir aplicando la cera y decapando un poco más. La cera que sea incolora y en acabado mate para no modificar el resultado obtenido, simplemente proteger el mueble.

9: Por último volvemos a colocar los carriles y los tiradores nuevos que vayan acorde con el acabado nuevo del mueble. ¡Ponemos los cajones y listo! Aquí os muestro el resultado final, a mí personalmente me encanta, a ver qué le parece a mi amiga,¡Qué nervios!

miércoles, 17 de junio de 2015

MATERIALES E INSTRUMENTOS BÁSICOS

MATERIALES E INSTRUMENTOS BÁSICOS


Cuando te decides a pintar o restaurar un mueble puede parecer que necesitas muchos instrumentos que no tienes en casa y que vas a tener que hacer gran acopio de materiales. Esto es verdad si quieres hacer trabajos profesionales o si te guías por las instrucciones de algunos productos o libros, pero en la mayoría de los casos no necesitamos más que 4 cosas.

Yo para mi primer trabajo (fue bastante chapuza pero sirvió para lo que estaba pensado) usé unos rodillos que tenía mi madre de cuándo pintamos mi cuarto, un bote de pintura y un cacharro de plástico (un táper grande), que tenía por casa. Ni siquiera lijé la superficie (hay pinturas que cubren muy bien).

Poco a poco irás comprando más cositas según te vaya pidiendo el trabajo, aunque también hay productos y materiales que tienes en casa que te pueden servir. Vamos a ir viendo materiales e instrumentos, empezamos por los básicos:

- Pincel: todos tenemos una brocha en casa y pinceles de pintar con óleo o acuarela. Las partes principales de la brocha son mango y cerdas (los pelitos).
Las hay de distintas medidas de ancho, si no tienes una, la básica es de las medidas entre 38 y 40.
El largo de las cerdas suele depender del ancho de la brocha. Yo por la experiencia he visto que las cerdas muy largas dejan menos marca de brochazo en la primera capa.
También las hay especiales para madera, las cerdas son más suaves y son de color marrón. Son preferibles para trabajos en que apliquemos barniz o tinte. Ya os contaré truquitos para este tipo de acabados. Pero si tienes en casa una, úsala, ya tendrás tiempo de comprar más modelos.
Para remover las mezclas podemos usar el mango de los pinceles finos.

- Pintura:las hay de muchos tipos y colores. De base al agua, al aguarrás, de tiza... Las 2 primeras tienen precios similares, pero al agua son más "sanas y ecológicas" y huelen mejor.
Las pinturas de tiza son la novedad por lo que son más caras. No precisan de imprimación ni de lijado, en la mayoría de los casos, y el acabado es muy bonito y cubre bastante.
Puedes ir mezclando los colores que tienes en casa y así hacerlos únicos y personales. Para esto necesitas los colores primarios: magenta, cyan, amarillo y blanco. Nunca mezcles pinturas que tengan bases distintas.

- Guantes: pintar mancha, y mucho jeje. Con las pinturas al agua es muy fácil limpiar las manchas. Necesitamos solo agua y jabón. Pero las de base de aguarrás implican frotar, rascar y remojarnos con aguarás...
Si usamos unos guantes evitamos tener que limpiarnos después. Puedes usar de látex (como los de los médicos) o los de fregar de casa.

- Trapos: bayetas, camisetas viejas, estropajos de fregar y nanas (el plateado para limpiar el culo de las sartenes). Los trapos los vamos a usar para retirar los excesos en las pátinas, limpiar las piezas, realizar acabados envejecidos, incluso "lijar"... Pero esto lo iremos viendo poco a poco.
Un mantel viejo podemos usarlo para cubrir la mesa de trabajo, si no tenemos, lo mejor es comprar un hule que es muy fácil de limpiar.

- Lijas: aquí puede que no tengamos en casa, pero no hace falta tener una lijadora eléctrica, con que nos hagamos con 3 papales de lija podemos empezar: de grano fino, medio y gordo. También las hay de distintos tipos: al agua, para madera, para hierro... Nos conformamos con las clásicas para madera.
Hay papel de lija y lija en taco. En taco es más cómodo para grandes piezas y cuando se acabe la lija la podemos envolver con papel de lija y seguir usándolo. Pero para pequeñas pasadas, mejor el papel que lo moldeas a tu gusto y dimensiones.

¿Cómo "funcionan" las medidas? Cuanto más gordo sea el grano, más pequeña será la numeración; y a más numeración más fina será la lija. Por ejemplo:
- Grueso: entre 40 y 60.
- Medio: 100.
- Fino: a partir de 150.
Tenemos medidas muy extremas, esto son los términos medios.

- "Cacharo" para la pintura: podemos usar un táper, un cuenco de cristal... lo importante es que no sea muy alto y tenga un ancho cómodo para mojar el pincel.

- Agua: para rebajar la pintura, limpiar las manchas y ¡refrescarnos durante el trabajo! Hay que beber unos 2 litros al día.

Si tenemos estos instrumentos y materiales ya podemos empezar, poco a poco iremos viendo más. Así que la próxima entrada ya podrás ponerla en práctica.

Espero vuestros comentarios y dudas.

Saludos,

martes, 9 de junio de 2015

MARCO ANTIGUO

MARCO ANTIGUO


En muchos mercadillos, tiendas de segunda mano, casas antiguas y sobre todo en la basura, podemos encontrar marcos muy elaborados y de madera de calidad que se han roto, desencolado o simplemente "decolorado". Y se merecen una segunda oportunidad, ya sea restaurando y conservando su aspecto original o adaptándolo a nuestra decoración.

En mi caso, a mi suegro le ofrecieron unos vecinos un conjunto de marcos viejos que iban a tirar al hacer una reforma. Algunos eran muy sencillos, otros tenían un acabado en pan de oro y otro estaba tallado en escayola.

1º: Encontrar la pieza: A mí me enamoró este último, el marco era precioso tal y como estaba, con un acabado deteriorado, en tonos beige y unas formas en escayola ideales. El problema es que la escayola, sobre todo en las esquinas y bordes estaba descascarillado, pero era la pieza perfecta para la idea que tenía.

No se aprecia muy bien pero lo blanco son las partes deterioradas en las que la escayola se ha descascarillado y el color se ha ido. Como no sé trabajar la escayola y el "roto" no era muy profundo, lo que hice fue lijar esas partes con una lija muy fina hasta conseguir disimular el escalón. Si el escalón o agujero fuera muy profundo se puede rellenar con masilla especial o escayola.

2º: Lijamos muy suavemente toda la pieza ya que al ser escayola solo queremos retirar la pintura, no estropear el moldeado.

3º: Una vez lijado, lo pintamos del color base que queramos. Yo elegí el blanco, nunca uso blancos puros para trabajos "antiguos", me gustan los blancos grisáceos o tiza, ya que el blanco "neutrex" es más para estilos modernos.Aplicamos un par de capas para que cubra bien.


























Al ser un marco con relieves y formas, es el elemento perfecto para darle un aspecto desgastado y envejecido. Se puede pintar encima de otro color y luego lijar con papel de lija o lana de acero, haciendo más fuerza en los relieves, donde de forma natural se desgastan, pero en este caso utilicé la técnica de la pátina de la que ya os hablé. En otro trabajo os explicaré esa técnica.

4º: Aplicamos pátina: esta vez de una manera más "basta". Necesitamos:
- 1 parte de aguarrás, 3 de aceite de linaza y 2 partes de la pintura elegida. En la entrada de las sillas usamos óleo y en una cantidad muy pequeña, en este trabajo queremos que el color de la pátina destaque en casi toda la estructura.

Mezclamos bien y mojamos el pincel, poniendo interés en coger bien de pintura. Yo hice mi propio color azul, mezclando azul, blanco y gris.
Aplicamos en pinceladas, como si estuviéramos pintando "normal", En mi caso primero en los bordes exteriores e interiores, dejando la parte central (donde están los adornos) en blanco. Si al pasar el pincel no nos gusta el resultado se va retirando con un trapo, Lo que hace el aceite de linaza y el aguarrás es que la pintura no cubra "opacamente" dando ese aspecto desgastado y envejecido que buscamos.

Para la parte del dibujo mojamos menos el pincel de pintura (simplemente con mojar bien y retirar la pintura con el borde del cacharro) y lo aplicamos principalmente en los dibujos, pasando un trapito para eliminar los excesos y, en la parte lisa, pequeñas pasadas para darle un aspecto más luminoso y que así la foto resalte más.

5º: Dejamos secar y ya podemos ponerle una foto. Yo estoy esperando a las de la boda, así que de momento no puedo enseñaros el resultado final.





Espero que os guste y que lo pongáis en práctica. Si queréis podéis escribirme y plantearme vuestras dudas, sugerencias y opiniones.

Besos,



jueves, 4 de junio de 2015

VASITOS PORTAVELAS

VASITOS PORTAVELAS


¡¡Vamos a por una de manualidades!!
Hace menos de un año me casé y me encantó involucrarme en la decoración de la boda, porque así pude controlar hasta el último detalle y no sabéis el dinero que nos ahorramos.
Poquito a poco os mostraré todos los elementos que hice yo misma (con la ayuda de mis amig@s y mi familia).
De momento os muestro algo muy sencillo y que puede tener diferentes usos. Son los vasitos portavelas, que pueden servir para poner velas, guardar botones, porta lápices o para guardar cualquier cosita que se os ocurra.
¿Cómo se hace? Muy, muy sencillo.

1º: Los vasitos ideales son los de los yogures, los tienes de marcas conocidas y de marcas blancas. Además de poder reutilizar el envase están muy buenos, jeje. Así que los pasos son comprar los yogures, comértelos y lavar el envase.

Pero también vale cualquier envase de cristal que os guste y os encaje con vuestra idea. Los botes de conservas pueden decorarse y usarse para guardar la pasta con mucho estilo ;) .

2º: Tela decorativa: lo que queremos es "forrar" los vasitos. Para ello podemos poner una tira o trozo en la parte de arriba, abajo, en medio... esto ya va a gusto de cada un@,
Podemos usar celofán de tela o de puntilla que podemos comprar en cualquier tienda de decoración, mercería, multitienda... O incluso si tenemos un trozo de tela o de puntilla en casa podemos utilizarlos. Esta es la opción que yo elegí. Para esta opción necesitaremos una pistola de silicona. Podéis usar una de manualidades o la que tenemos en casa para las juntas de los azulejos. Si elegimos la útima opción hay que tener más cuidado y retirar el exceso con un trapito,




Mi madre tenía por casa unos retales de unas puntillas muy monas que quedaban muy elegantes para la idea que yo tenía. Más adelante os diré para qué elemento decorativo de mi boda usé los vasitos.

También podéis usar esos trocitos sueltos de lazos que siempre guardamos por si acaso. ¡Todo se puede reutilizar!

Aquí os muestro algunos ejemplos.


3º: Ya tenemos todo: los vasitos, la tela/puntilla o celofán-tela que hayamos elegido, unas tijeras, la pistola de silicona con unas barras de silicona y un trapito para retirar el exceso, así que podemos empezar.

4º: Cortamos la tela con el largo y grosor que queramos, aplicamos la silicona haciendo "eses" tumbadas y vamos pegando la tela:






Si es una puntilla o una tela con zonas más claras, vamos aplicando la silicona haciendo que coincidan con las partes más opacas. En el final, podemos montar un cabo encima del otro, hacer que cuadren o hacer un nudo o lazo, habiendo dejado los 2 cabos sin pegar en los extremos.

Y ya está, dejamos secar unas horitas (3 o 4 es más que suficiente) y ya podemos poner nuestros vasitos donde queramos y meterles unas velas, botones o lo que se os ocurra.




Os enseño mis vasitos:



¡Ya veréis el conjunto final!
Espero que os haya gustado y que lo pongáis en práctica :)

lunes, 1 de junio de 2015

SILLAS: PINTURA Y TAPIZADO

SILLAS: PINTURA Y TAPIZADO


¿Quién no tiene unas sillas buenas que han perdido color, que el tapizado a quedado desfasado o que se han deteriorado, pero que nos negamos a cambiar?

Ya sea porque son buenas y ya no se hacen sillas como antes o simplemente porque la estructura nos gusta, darles una segunda oportunidad es muy sencillo.

En mi caso se trata de 2 sillas de la cocina del pueblo de mi querida suegra (¡sin ironía eh! qué es un encanto ;) ):
La pintura de la estructura estaba muy deteriorada y el tapizado de cuero muy feo, así que decidimos hacer un cambio total con pintura y tela.

1º: Comprobar el estado de la pieza: la estructura no estaba firme. Las maderas horizontales que aseguran las patas estaban sueltas, así que tras limpiar las sillas con un trapo, agua y jabón y esperar a que secara, procedí a encolar las juntas con un poco de cola blanca. La aplicación con un pincel y limpiando el exceso con un trapo.

2º: Mientras seca la cola, podemos revisar el estado del tapizado. Si está roto o se nota que el relleno se ha estropeado podemos retirarlo y poner uno nuevo. En nuestro caso tanto el relleno como las grapas que lo aseguran estaban en perfecto estado, así que lo dejamos tal cual. En otras entradas veremos como cambiar el relleno.

3º: A lijar: nuestras sillas están ubicadas en una cocina de pueblo así que el aspecto que queremos darles es envejecido. Las sillas aunque han perdido mucho color, tienen partes en las que se nota el barniz, por lo que lijamos con una lija gruesa en esas zonas y en las que ya no hay apenas pintura pasamos una lija fina. Podemos hacerlo con una lijadora eléctrica o manualmente o combinando ambas en según qué zonas.
No vamos a pintar con tinte por lo que el lijado no tiene que ser ni perfecto ni uniforme. Por eso tampoco es necesario usar un decapante.

4º: Una vez lijado, limpiamos la estructura con un trapo con un poco de agua para eliminar el polvillo y ¡¡nos disponemos a pintar!!

5º: Pintura: para la estructura he elegido un blanco tiza. Lo rebajamos un poco con agua para que sea más fácil pintar y usamos un pincel estrecho ya que la estructura no es muy ancha. Aplicamos tantas capas como opacidad queramos conseguir. Yo suelo aplicar 2 o 3 capas, dependiendo de la cantidad de pintura que "absorba" la madera. En este caso fueron 2 capas y los tiempos de secado dependen de cada fabricante y de la temperatura ambiente.

Como veis hay zonas donde no ha cogido muy bien. Eso es porque al lijar no he retirado bien el barniz, pero para este trabajo no me importa.

6º: Esperamos que seque, la capa o capas que hayamos dado.

7º: Pátina: para darle un aspecto envejecido y desgastado vamos a usar la técnica de la pátina. Hay distintas formas de aplicarla, ya os explicaré más. en este caso yo lo hice de la siguiente forma:
1 parte de aguarrás, 3 partes de aceite de linaza y óleo del color que queramos. No una gran cantidad de la mezcla porque cunde mucho. 
Yo elegí un color tierra (marrón medio). Se mezcla bien y se aplica con un pincel. Si queremos que se note mucho el color tierra mojamos bien el pincel en la parte baja de la mezcla que es donde se aloja el óleo. Si queremos que sea algo menos notorio, mojamos y retiramos el exceso con el borde del tarro.
Se aplica a brochazos y se puede retirar con un paño si no gusta el resultado.

Veis como se ven los brochazos, si no os gustan los vais quitando con un trapo. Yo lo dejé así porque mi intención es que salga también el color de debajo. Allá vamos.

8º: Dejamos que seque, con unas 3 horas es suficiente, pero depende de la temperatura de cada casa y de las marcas de los productos. Lo mejor es si se puede, pecar de precavidos y esperar de más.

9ª: Para terminar la estructura voy a aplicar una capa o 2 de cera para proteger la pintura, para que brille lo justo y aprovechar para desgastar un poco más. Para ello uso lana de acero fina (no es necesario más porque es una estructura vieja y se lija con facilidad, puede ser que necesitéis una media si aplicáis muchas capas de pintura o es un mueble con mucho cuerpo. La gruesa es para un acabado muy "machacado") y cera de acabado mate.
Se impregna la lana en la cera y se frota la estructura. Si queréis sacar la capa de debajo hacéis más fuerza y si solo queréis dar el acabado cera se pasa con suavidad.
Cuando seque, pasamos un paño para pulir la cera (dar cera, pulir cera ;) ), cuanto más, más brillo. Los tiempos de secado vienen siempre en los botes. Si no, entre capa y capa unas 3 o 4 horas es suficiente y para el resultado final yo aconsejo dejar un día de reposo antes de usar el mueble.


Como veis al pasar la lana, he hecho más fuerza en los bordes, que es donde de forma natural se desgasta más el mueble.

10º: Una vez seco, elegimos la tela que nos guste y tapizamos. Para ello usamos una grapadora de tapizado, tijeras y tela. En mi caso este paso lo hizo mi suegra.
En otra entrada os enseñaré cómo tapizar.

Os muestro el resultado:

La mesa es un proyecto que espero poder llevar a cabo pronto.

Espero que os haya gustado y que me dejéis vuestros comentarios, consejos y sugerencias.

¡¡Besos!!